1-Infancia: buff, como soy hija única y me aburría un montón hacía de todo: maquillarme como un vampiro, depilarme los brazos con la maquinilla de mi padre, pintar los muebles, casi de todo. Era un poco terremoto pero con cara de angelito.
2-Música: me encanta la música en general toda y he de reconocer que en Tokyo me acabó gustando el jazz (¡lo ponen a todas horas!), tengo una radio pequeña en el baño porqué no soporto ducharme en silencio. Desde que tengo unos 13 años que me acostumbré a la radio en la ducha.
3-Comida: de pequeña no comía NADA, estaba en los huesos y en el instituto empecé a engordar, hasta que conseguí el equilibrio. Desde que volví de Japón no he entrado en ningún restaurante chino, creo que me da miedo perder el recuerdo de la comida nipona. Me gustó todo menos el jengibre ¡puaj! y los restaurantes chinos no tiene nada que ver con los de aquí.
No tengo ni idea de cocinar y odio hacerlo.
4-Escuela: los mejores años fueron los de el instituto, aunque en la universidad también me lo pasé de miedo, bueno ya se sabe, te vas de casa, vives en un piso de estudiantes, no tienes que dar explicaciones a nadie y vuelves a tu casa cuando te apetece o cuando necesitas lavar la ropa y comida caliente, jejeje (yo era un auténtico desastre). Tengo amigos que aún conservo de mis años de uni, los quiero un montón.
5-Soy muy impulsiva, sino que se lo digan a Ivisca que aún me recuerda que desmonté el ordenador porqué quería conectarme a Internet como fuera. (no tengo ni idea de informática, estudié una carrera inútil de letras). Mi novio también sufre estos ataque de actividad y soy incapaz de planear algo a una semana de antelación, solo se qué quiero hacer cuando me levanto.
También soy muy insegura, pero entre la inseguridad y la ilusión creo encontrar un poco de estabilidad. Cuando quiero algo, lo quiero AHOOOORA.
6- Mi sueño era viajar por todo el mundo durante largos periodos de tiempo. No me importaba estar sin pareja mientras pudiera viajar. Eso sí, me gustaba imaginar que cuando volvía tenía una casa dónde regresar y mis amigos encantados de volver a verme, jejeje. Me gustaba la idea de ser una mujer independiente, segura de si misma y con mucho mundo. Lástima que la realidad sea otra, jejejeje.
7-Cuando tengo hambre o tengo sueño soy insoportable. Me convierto en un ogro. Que se lo recuerden a mis amigos de Barcelona que cuando se quedaban a dormir en mi piso era una bruja que los obligaba a mantener el silencio (qué vergüenza me da ahora recordarlo)
8-Me encanta hablar y hablar durante horas de cosas del pasado, mío de mis padres, de mis abuelos, de leyendas, de historias de miedo (aunque soy muy miedica) de anécdotas, etc. Sobretodo después de una buena cena en el aire libre.