30 de noviembre de 2009

CUIDADÍN


Son las cuatro menos diez de la tarde, suena el teléfono fijo de mi casa, dudo un par de segundos antes de contestar.
- "Buenos días, le llamamos de Telefónica"
yo ya me estoy arrepintiendo
- " es usted la sra. Ingrid ... ... ?"
- "sí" contesto pensando ve al grano que llegaré tarde
- " usted tiene contrato línia + adsl"
- " sí" por mi mente ya le estoy insultando: "so lento"
- "le llamamos para informar que le tenemos que cambiar el router porqué telefónica ha mejorado su ADSL y tiene una nueva tecnología y hoy por su localidad pasa el técnico"
- no contesto porqué aun estoy en schock
- " le mantenemos la cuota..."
- algo lenta de reflejos le suelto: "¿cómo que tiene que venir un técnico a mi casa?"
- "sí, sí, hay que instalar el nuevo router ya que con la nueva tecnología..."
- "pero es que no quiero que venga nadie a mi casa, si tengo que cambiar el router me lo mandan por mensajero como ya hicieron cuando me di de alta y me lo instalo yo misma"
- "no, no, es que tiene que venir un técnico para que le instale, es que es una nueva tecnología. El coste del router solo es de 80 euros y le mantenemos la cuota"
Mi mosqueo era tal que empecé a negarme y el operador me llegó a decir que la llamada estaba siendo gravada y que si yo me negaba a que me instalasen el router perdería mi conexión a internet. Colgué de mala manera echando pestes de telefónica y llegué a la oficina. Pregunté a las otras personas que tienen internet si también les habían llamado y a medida que iba contando la llamada lo veía todo más raro.Una vez más calmada llamé al 1004 y me contaron que últimamente había otras operadoras que se hacen pasar por telefónica y me confirmaron una y otra vez que no había ninguna nueva tecnología y que en caso que hubieran cambios no podrían cortar la línea ADSL sin mi consentimiento (con lo que sufrí el año pasado para volver a tener conexión). Además era importante que no hubiera consentido nada ya que se aferran a las conversaciones gravadas.
Llegué a casa y se lo conté todo a J. él me dijo que acababan de llamar para confirmar si quería el router o no y él dijo que ese tema era mío y que tenían que hablar conmigo. Acto seguido volvió a sonar el teléfono y corrí a contestar.
Esta vez era una operadora que "también" era de telefónica y ahora me ofrecían teléfono+adsl+televisión. Mis respuestas ya eran con sorna y me negaba una y otra vez. Al final cuando le dije:
- "es que esta tarde ya me lo han ofrecido y ya he dicho que lo quería".
- " ¿así? ¿esta tarde le han ofrecido?" su voz suena un poco incrédula
- "sí esta misma tarde cuando he llamado al 1004"
- "¿usted ha llamado al 1004?"
- "sí, sí hoy he llamado al 1004"
- "¿y se puede saber por qué ha llamado al 1004?"
aha! ya los he pillado, la voz de la chica ya era un poco menos segura
- "síííííi, clarooo, es que esta tarde me han llamado haciéndose pasar por telefónica diciéndome que tenían que cambiarme el router si no me quedaba sin conexión y yo he llamado al 1004 y me han dicho que eso no era cierto y que había otras compañías que llamaban en nombre de telefónica"
- "ah, vale, Ingrid, pues nada" y colgó.

Así que cuidadín con lo que haceptéis por teléfono.

19 de noviembre de 2009

ACLARACIÓN


Repasando las historias que suelto en blog veo que todas son bastante oscuras. Cuando escribo estas historias las escribo sin pensar cuál será el final, lo suelto y punto. Empiezo y mientras escribo me imagino la situación en la cabeza y así queda. Aunque vea que después de releerlos que podría cambiar alguna cosa no lo hago. No quiero caer en la tentación de cambiar el desenlace.
No hay forma de que me vengan en la cabeza historias con final feliz o incluso de humor.
Jac me ha dejado un comentario y me ha descrito bastante bien: retorcida.
Debe ser que tengo un humor negro, negro. Pero no se de donde lo saco porqué me gustan los libros ligeros y las películas románticas con final previsible y felizísimo.
Me salen personajes crueles, egoístas e incluso bastante idiotas, será porqué los veo más reales aunque distantes a la vez. Forman parte de un mundo que no tiene nada que ver con mi vida cuotidiana (o eso creo).
No pretendo nada con estos relatos impulsivos, pero después de publicarlo me siento más ligera. Bueno, he mentido, solo pretendo una cosa: sorprender y no se si lo consigo, eso lo tenéis que decir vosotros.

HISTORIA INVENTADA


Salió pitando de la casa, subió al coche y arrancó con las manos temblorosas, con la mano palpo el interior del bolso y consiguió encontrar el paquete de tabaco. Encendió un cigarro y sonrió.
Era de noche, era verano y hacía un calor espantoso. Descapotó el coche y notó que el aire le resfrescaba la cara. Había llorado, gritado y se sentía llena de rabia. Él seguramente seguía durmiendo tranquilamente en esa cama enorme, con esas sábanas de seda negras que tan cutres le resultaban.
Aparcó el coche en pleno descampado, se fumó otro cigarro, aspirando el aire con rabia. Encendió la radio y la música la fue calmando un poco, de repente le entraron ganas de vengarse, de hacerle sentir tan humillado como le había hecho sentir él a ella. Se fue directa a su pequeño apartamento, se ducho con la música a todo volumen. Se miró desnuda frente al espejo y le gustó lo que vio. Ya sabía como vengarse, se maquilló a consciencia, sin que se notara mucho pero los labios se atrevió a pintárselos de color rojo, se vistió con un sencillo vestido negro, tampoco era idea de parecer una fulana.
Volvió a subir a ese jaguar descapotable que acababa de robar al idiota de su novio, se acercó al pub donde sabía que lo encontraría. Tenía en mente una idea totalmente loca y que iba en contra d elo que ella hubiera hecho nunca, pero una mujer herida pierde la cabeza y la razón. Se sentía poderosa, caminó como si un felino de caza fuera y se fue a la barra. Se sentó y pidió un martini blanco, solo lo hizo para jugar con la aceituna en la boca, se apartó el pelo un poco y dejó el cuello al descubierto. Solo había pasado 10 minutos cuando la víctima se acercó. Era el mejor amigo de su futuro ex novio y si todo salía bien también el futuro ex socio de su ex novio. Sabía que ella siempre le había gustado así que pensó que sería tarea fácil estar entre sus brazos.
No se equivocó, ella lo contó lo triste que estaba, que no se sentía querida ni deseada y que ella solo quería que alguien la tratase bien. La testosterona del amigo en cuestión acabó de hacer el resto. Ella se dejó avasallar por él, dejó que se le camelase y aunque ella al principio parecía que se resistía como toda novia fiel, al cabo de un par de martinis más subió a su coche y se fueron a un hotel. Fue sexo puro y duro, nada de dulzura ni palabras de amor. Lujuria desatada a toda voluntad, se dejó hacer de todo y no lo pasó nada mal. Se mezclaron olores, saliva y otros fluidos, se lamieron, se mordieron y se chuparon, de todo menos mezclar sentimientos. Por la mañana desayunaron juntos un poco incómodos, se prometieron que eso no había pasado y que no lo contarían a nadie, a na-die.
Ella regresó a casa de su novio recientemente cornudo y actuó como si no hubiera pasado nada.
Él con sorna le preguntó si ya no estaba enfadada y ella se hizo la niña caprichosa y le soltó un rollo de que si él no la quería, que ella era infeliz e incluso lloró.
A la semana siguiente él la sorprendería con una alianza de compromiso y al cabo de unos meses se casaron por la iglesia, celebraron el gran bodorrio.
Se fueron de luna de miel a Bora-bora y mientras él la estaba desnudando lentamente, esforzándose a ser cariñoso ella le soltó lo que parecía una frase inocente: "¿por qué no te haces un tatuaje de un dragón en la ingle ? esos tatuajes me parecen muy sexy." Al marido cornudo se le caió el mundo encima. Su socio y mejor amigo tenía un dragón tatuado en la ingle. Para no parecer idiota y disimular que acababa de perder el ego, se tragó el poco orgullo que le quedaba y contestó algo como que los tatuajes le parecían algo vulgar.
Ella aun sonríe cuando recuerda la cara de su marido.

16 de noviembre de 2009

EFECTO DECATHLON


No se que tiene esta cadena de tiendas que cada vez que voy, eso sí arrastrada por mi pareja que es adicto, me entran ganas de irme de excursión a la montaña. No se si son esas fotos de gente feliz en el monte o los diferentes tipos de mochilas con esos sacos de dormir tan mullidos, esas botas de todos los colores a juego con esos calcetines que prometen mantener el pie seco y caliente durante tu travesía. Ah... travesía... esa palabra me incita a la imaginación tanto... montes verdes llenos de bosques que explorar, con hotelitos con encanto donde hay una gran chimenea y una bañera esperándote después de caminar horas por las cimas.
Pero la realidad es otra.
La gente corriente que solo vemos la montaña por la cuatro cuando el callejas escala montañas y de repente nos inspiramos y nos vamos al Decathlon a comprar forros polares a mamporro y con colores chillones y de paso nos compramos unas botazas, pero de las más buenas para esa excursión que tenenos pendiente con los amigos.
El año pasado caí en el efecto decathlon, quedamos unos cuantos amigos para ir a la montaña a ver nieve, así que me armé con un forro polar verde pino salvaje y me puse las botas buenas que me compré en japón y nos lanzamos a la montaña. De nieve no vimos nada de nada. Eso sí tuvimos la gran idea de reservar mesa en el restaurante del pueblo y eso se llenó en 2 minutos, ni que regalasen la comida y pude comprobar que había una mesa frente a la nuestra con un grupo numeroso y 4 de las chicas llevaban el mismo polar que yo, dos con el mismo color, uno rojo y el otro lila!! ostras ¡lila! un poco más y me levanto a preguntarle en que tienda había el color lila. Después de estar 2 horas en el restaurante comiendo comida típica de montaña: "mongetes" con butifarra, costillitas de cordero con patatas fritas y montones de all i oli todo regado con vino tinto de la casa y finalizado con un postre cargado de nata nos decidimos ir a ver la nieve, pero había taaaaanta cola que decidimos dar la vuelta y pa casa. Esa fue mi gran excursión a la montaña. Este año intentaré por lo menos pisarla.

8 de noviembre de 2009

HISTORIA INVENTADA III


Jimmy por fin consiguió un bajo para su grupo. Ya tenía el batería, la cantante y le faltaba el bajo. John parecía un chico majo, se presentó en el local donde ensayaban y sin mediar palabra empezó a tocar 4 acordes. Como no lo hacía nada mal, le ficharon. El batería era Josua, era un tío hiper nervioso pero como le conocía desde el instituto ni se planteó buscar a otro batería. Ella era Joyce, era guapa, lista y tenía una voz áspera que le encantaba. Puede que no fuera tan fantástica como la veía Jimmy pero estaba enamorado de ella hasta las trancas y el amor hace un poco más estúpidas a las personas. El grupo se llamaba los 4 Jotas, el nombre era tonto, pero les faltaba las ganas de pensar en otro nombre.

Al cabo de 4 meses ensayando versiones de otros grupos se atrevieron a tocar una canción que Jimmy hacía tiempo que le robaba las horas de sueño. Estuvieron ensayando la canción un par de horas.

En un piso vecino del local de los 4 Jotas estaba el que había sido el gran cantante del grupo famoso The Smoking Monkeys, ahora estaba en plena cogorza, estaba celebrando que acababa de salir de la clínica suiza de rehabilitación. Su mánager estaba desesperado, hacía 5 años que el tío solo bebía y montaba orgías, estaba casi en la ruína pero no reaccionaba, solo soltaba gritando que él había sido el alma del grupo The smoking Monkeys. Para acabar el día de borrachera, Pitt se fumó un porraco de marihuana y se quedó dormido sobre la cama con la ventana abierta.

En su mente se coló la canción que el grupo de los 4 Jotas repetían una y otra vez. Por la mañana llamó a su mánager, estaba super excitado, notaba que la inspiración había vuelto, tenía una canción en su cabeza que sería un nuevo bombazo, insistió a gravar el single con la cantante de moda del mes esa misma semana. La chica era sosa, rubia de ojos verdes pero le faltaba un poco de picardía para ser algo especial. Su éxito era que su madre sabía muy bien como contentar al manager de la niña. Gravaron el single en 2 días, la promoción fue brutal y al cabo de 1 semana la canción sonó en todas las emisoras y el videoclip se filmó en pleno parque de Yoyogi (Tokyo).

Todos estaban contentos, la niña de moda estaba feliz por salir en los posters de las revistas para adolescentes, la madre tenía la cuenta bancaria más grande, los dos mánagers estaban presumiendo de tener a los mejores artistas del momento y todos querían ser representados por ellos y Pitt se creía ser el rey del rock, daba la vara a todo el mundo con el rollo de que él no estaba acabado y que había renacido de sus cenizas, era el puto ave fenix de la tierra.

Los que no estaban nada contentos eran los 4 Jotas, se quedaron con cara de gilipollas cuando escucharon la canción por la radio. John se largó de la misma manera que entró: calladito. Josua estaba más histérico de lo normal y no lo aguantaba nadie. Joyce se cansó de escuchar los lamentos y los ataques de rabia de Jimmy y acabó dejándole con una nota corta pero clara: "vete a la mierda, pareces un niño llorón, no te aguanto más".

Jimmy estuvo noches en vela imaginando la muerte de Pitt, de todas las formas, asesinato, muerte accidental, un sicario e incluso se inventó enfermedades que eran muy dolorosas.

Pasaron años y Jimmy se olvidó de la canción, incluso a veces creía que todo había sido un sueño suyo. No se olvidó de la música porqué creía que era lo único que haría que Joyce volviese con él, pero la verdad es que no vio nunca más a Joyce. O eso era lo que él creía.

Jimmy era profesor de música de una escuela de primaria. Estaba aburrido de su trabajo pero necesitaba dinero para pagar el cuchitril donde vivía. Tenía un alumno odioso que siempre le decía: "mi madre cantaba en un grupo" y él se cagaba en la madre del niño cada vez que oía la misma frase. Lo que no sabía era que la madre del nene era Joyce.

MAÑANA DE DOMINGO
















Que pereza tengo. Estoy atontada, he dormido demasiado y se presenta un domingo aburrido sin nada interesante que hacer.





En tv3 están echando un documental sobre Kyoto que me está devolviendo la magia que sentía por este país. Perdí un poco la magia cuando leí un blog donde una española ha tenido alguna mala experiencia y había comentarios de otros españoles refutando que Japón no era para nada un país amigable (si es que se puede llamar así a un país).





Me he quitado un peso de encima con este documental, de repente me he acordado de lo que sentí allí, de lo mucho que disfruté y del montón de sensaciones que me llevé a casa. No sabéis la alegría que ha sido recuperar todo esto.





Volveré pronto a escribir puntualmente (buenoooo, quería decir más a menudo) no es que no tenga ganas, es que no tengo tiempo. Lo que sí tengo claro es que no quiero abandonar a mi pobre blog.