11 de diciembre de 2007

Berlin


Ya he llegado. El viajecillo ha estado muy bien. Me he divertido mucho y el grupo hemos regresado sin ganas, ha sido demasiado corto y aún no estábamos tan cansados como para desear volver a la comodidad de casa. La mala noticia es que ayer, antes de llegar a casa perdí mi cámara de fotos. He perdido mi aparato del que nunca me separo y además todas las fotos del viaje. El desespero y la tristeza se ha apoderado de mi.

ACTUALIZACIÓN: He recuperado la cámara. estaba en el suelo del coche.

Berlin me ha sorprendido gratamente, es una ciudad alegre, gigantesca, con la historia latente en todas sus partes, con gente amable, muy amable y discreta. Es una ciudad tranquila, casi sin tráfico, sin el ruido espantoso de los claxon, sin prisas. ¡Y limpia!
Con negocios impensables en España: restaurantes que se paga a la salida pero con la diferencia que pagas lo que te parece. Las cartas son sin precios y el consumidor paga según su criterio.
Hay tiendas de segunda mano que la ropa va a peso, es decir, pagas según lo que pesa la ropa. Toda una ganga. Bares de copas inspirados en los antiguos pisos berlineses del lado soviético (antes de la caída del muro), con sus habitaciones, sus lámparas, sus sillones, el papel de las paredes, fotografías, etc.
Edificios en ruínas convertidos en bares de copas donde el buen rollo se respira, gente de todas las nacionalidades hablando entre sí. Una ciudad donde el reciclaje es algo muy normal, donde en los bares de copas que te sirven vasos de plástico si los devuelves te devuelven 50 céntimos y puedes comprobar que no hay ni un solo vaso en el suelo.

El grupo hemos podido comer a horario español, incluso cenar a las 12:30, hay restaurantes habiertos a todas horas y gente comiendo siempre, caminando, en el metro, en los mercados navideños. Y puedo decir que he comido bien, la comida alemana es sabrosa y sus pasteles buenísimos.

Hemos estado en un albergue en el lado este de la ciudad y aunque al principio la idea de compartir duchas y baños no me apetecía nada de nada no ha sido tan terrible como pensaba. El albergue era límpio y moderno y los trabajadores muy amables. Incluso pudimos disfrutar del partido del Barça con una de las cervezas enormes que sirven: 1/2 litro o litro entero.

6 comentarios:

Kalikrates dijo...

Hola:
Me alegro de que te haya gustado y de que lo hayais disfrutado.
Ahora ya sabes por qué me gustaría Berlín como ciudad de residencia. Mi hija mayor (19), que ya ha estado residiendo en Postdam (a 20 min de Berlín en tren) la tiene al principio de la lista para cuando decida que se larga de casa a buscarse la vida, y yo la animo a ello.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Bienvenida!!
Me alegro que hayas disfrutado tanto!! Lástima lo de la cámara de fotos. Pero lo importante son los numerosos recuerdos que te has traido contigo, en la memoria.
Ya nos irás contando!!
Petonets!!

Nottinghill dijo...

que bueno lo de la camara de fotos!!!Por lo menos todo ha acabado bien!!!
Ya nos pondrás alguna foto chula!!

Ingrid dijo...

Kalikatres: Tendrás la excusa perfecta para ir a Berlin asiduamente, jejeje. Es una ciudad fascinante.

Núria i Nottinghill: jajajaja, soy un desastre, menos mal que la pérdida de la cámara es solo una "ingridada" más de mil que hago.

Gracias por comentar!!

Finestreta dijo...

Ai quina sort haver trobat la càmera eh!

I per cert! Ja està bé home! Quan es va porai un s'ha dadaptar als horaris del lloc!!! Què e´s això de sopar a les 12:30??? Només de sentir-ho m'agafa indigestió, jo que ara sopos a les 19:30!!! Jajajajaja

Bon cap de setmana! ;)

Anónimo dijo...

Qué maravilla de viaje.Que maravilla de ciudad.Que maravilla de experiencia.Qué suerte poder ver esos lugares tan extraordinarios!!!Me alegro mucho de que hayas disfrutado de la estancia.Un petó