14 de abril de 2008

Ir a la peluquería



Puede que con esta entrada las chicas se sientan un poco más identificadas, porqué la mayoría de nosotras vamos a la peluquería con una idea en la cabeza de cómo queremos salir de ella. Normalmente una nunca sale cómo se lo había imaginado.
Hace días que te miras en el espejo y ya no te ves guapa, ni mona ni nada y hay algo que falla: el pelo. A partir de ese punto, comienzas a fijarte en las cabezas vecinas, de amigas, en las películas, en las revistas y al final ves a nuestra españolísima Penélope Cruz con un corte de pelo perfecto y la imaginación, que es muy rápida ella, ya te a puesto su peinado sobre tu cabeza y te ves divina de la muerte.
Te pides hora a tu peluquera/peluquero y como siempre nunca te dan hora el mismo día y tienes que esperar a la semana siguiente. La imaginación trabaja duro durante esa semana larguííííísima. Llega el dia H y la hora F y te plantas con una sonrisa en la peluquería puntualísima y evidentemente... tienes que esparar.
Aquí empieza una espiral que si no eres muy lista ya no puedes salir de ella.
Hay dos tipos de peluquerías, las que tienen revistas del corazón tipo "Hola" y solo ves fotos de mujeres estupendas, con cuerpos perfectos que viven en casas magníficas y sus pelos están en el sitio correcto y la luz que les ilumina las hacen parecer diosas.
Y después están las peluquerías que solo hay revistas enoooormes de distintos estilos de corte y ya estás tu buscando como una loca ese peinado perfecto de Pe en alguna de las modelos de peinados para enseñar a tu estilista lo que quieres. Cuando ya has estado esperando una media hora, te hacen pasar a la zona de "lavadero de cabezas". De estas zona también hay dos tipos, los hay que son super cómodos y los que no lo son para nada.
Todo tiene una explicación, si te toca una peluquería donde el reposa-cabezas es incómodo igual que si un instrumento de tortura fuese, las cervicales se retuercen bajo tu cabeza pero las garras de la chica que te está lavando la cabeza te tiene atrapada. Con esto consiguen que la sangre no te riegue bien el cerebro.
En el segundo tipo de reposa-cabezas lo que se busca es que te medio duermas.
Lo que tienen en común es que cuando te están lavando la cabeza solo puedes hacer una cosa: mirar al techo. ¿Y qué hay en el techo? Pués qué va haber: luces
¿Y que hacen las luces? Pues lo que todas: iluminar ¿y quien es la guapa que mira una luz intensa sin medio cerrar los ojos? Ahhhh!! hay lo que quieren es que te abandones a su voluntad. SIEMPRE te hacen un masaje fantástico en la cabeza después de que te echen 100 champúes diferentes, lociones y cremas. Y con los ojos medio cerrados y con el masaje tu determinación se ha esfumado. Medio atontada te sientan una una trona y allí sin que te des cuenta te colan en las manos una "Hola" y tu quieres sentirte como una diosa y cuando se acerca la persona que te va a atender y manipular tu pelo te pregunta: ¿Y qué quieres que te haga? y tu imaginación que campa libre por tu mente, te hace creer que eres una estrella de cine de los años 50 en su set de rodaje y sueltas un: "LO QUE TU QUIERAS"
¡¡¡¡AHHHHHHHH!!!! ya lo has soltado, no hay marcha atrás y con terror ves en la comisura de los labios de la peluquera/o un destello. Te hundes en la trona y repasas mentalmente si tu visa tiene suficiente saldo para pagar la hora y media que vas a estar allí.
Tanto si el resultado final te gusta o no, el calorcillo del secador te vuelve a adormecer y cuando te dan un espejo para te mires la nuca, vas diciendo como una sonámbula que sí que te ves muy mona. Normalmente se sale con la visa temblando y con el pelo mucho más corto. Pero al cabo de un par de meses vuelta a empezar.
¿ Y a quién no le gusta sentirse como una ricachona por una tarde?

8 comentarios:

Striper dijo...

Pero siempre acabais saliendo guapa.

Marta dijo...

A mí personalmente me encanta, pero no me dejo a la voluntad de las peluqueras.

Gracias por la visita y por tu comentario, si quieres te puedo dar la dirección del Asesor profesional!.

Anónimo dijo...

Suelo ser fiel a un peluquero que me tiene cogido el tranquillo y corta por donde le digo. A la mayoría se les va la tijera cosa fina y acabas saliendo de allí que pareces la sota de bastos.
El único defecto gordo de mi peluquero es que cuando le pido que me peine "con gracia", me deja que parezco la Jackie Onassis en visita oficial...

Igrein dijo...

Jjajajaja!"!!! Como me he reído... que identificada me he sentido... que triste... jajajaja!!!

Mil besos!!!

Unknown dijo...

Ay nena,pero si no hay nada mejor que ponerse en manos de una conocida,amiga o familiar para mandoneara a tu antojo...y encima con una comida o un piscabis se quedan tan anchas...A mí me da un miedo atroz ir a la peluquería.Mi melena no se toca!!!peligro de muerrrrte!

Anónimo dijo...

jo he acabat tip de les perruqueries, i ara em tallo els cabells jo solet. Però clar, és l'avantatge de ser noi i dur el cabell curt, que no entren miraments d'aquest tipus.

Anónimo dijo...

Ya te contaré, que yo voy a la pelu el próximo lunes.
Pero lo que cuentas me ha pasado muuuchas veces, jeje
Petons!!

Anónimo dijo...

Yo ahora mismo no tengo esos problemas, desde que llevo el pelo corto ir a la peluquería son 30 min a lo máximo, y se exactamente como voy a salir.

Cuando lo tenia largo ya era otra historia, siempre tenia la duda de como iba a salir...

Un saludO!