
Hay un día en que te planteas en qué piensas cuando te compras la ropa interior y ese día llega cuando tienes hora con las siguientes opciones:
el ginecólogo y sobretodo... al masagista y al centro de estética.
En el caso del ginecólogo solo te ve una pieza de ropa interior y por lo tanto la máxima preocupación es ir bien depilada.
Si eres una persona que no es muy hábil y además no te gusta depilarte con cuchilla de afeitar y sabes que tienes que ir a depilarte llamas con antelación y te quedas satisfecha porqué te has organizado y no tendrás que robar la cuchilla de afeitar a tu pareja y salir hacia: médico/piscina/cena con amigos, etc con las piernas que te escuezen y sabes que al cabo de una semana parecen dos cactus.
En fin, llega el día que vas a depilarte, llegas a casa y te duchas y... aquí viene la reflexión con que empiezo esta entrada. Abres el cajón de la ropa interior y ves que lo que tienes limpio son un montón de braguitas de colores (azules, verdes pistacho, rojas, con estrellitas (esas tan monas de Woman secret) etc) y un par de sujetadores negros, 3 de blancos, 1 color piel que te compraste para poder llevas el vestido escotadísimo en la boda de tu prima y un par de picardías.
O sea, que buscas algo que ligue con la otra parte y encuentras en el final del cajón unas bragas negras que te puedes poner con uno de los sujetadores negros y comparas bajo la luz de la lámpara del baño que el negro se el mismo o el más parecido posible. Cuando te vistes recuerdas porqué tenías esas braguitas en el fondo del cajón, te aprietan los michelines de la cadera y sobresalen de mala manera, pero ya es tarde para poner una lavadora y lavar lo que tienes en el cesto y además tampoco puedes ir corriendo a comprar un conjunto porqué llegarás tardeeeeee. La chica del centro de estética pasará sus ojos por tu cuerpo com 2 scáneres y verá que las braguitas te van un pelín pequeñas, ai señor. Pero antes muerta que desconjuntada.
Al final lamentas el ataque de compritis de la marca Unno que te dió el año pasado cuando te compraste un conjunto azul + 1 pack de 3 braguitas de colores que en ese momento que parecieron monísimos. Además como las braguitas es poner y lavar al final pierden el color a más rapidez que el sujetador y el conjunto al final parece que lo hayas heredado.
Moraleja: compra tu ropa interior toda negra sin caer a la tentación de comprar bragas de hello kitty, pucca, etc