SI FUERA MILLONARIA...

Si fuera millonaria... la verdad es que si fuera millonaria por la lotería, euromillón, etc. tendría un problemón. Uno de los grandes. Siempre le digo a mi pareja que 1 millón de euros se pueden disimular pero 15 millones e incluso 120 millones de euros im-po-si-ble.

A ver, si te tocan 120 millones de euros, repartes millones al a familia a amigos y te largas de país o de ciudad y santas pascuas, pero si te toca un millonejo de euros, repartes a la familia... y ya no te queda nada. Como mucho celebras una buena cena con los amigos en tu nueva casa apareada con piscina y punto pelota. Ni grandes viajes, ni compras a lo pretty woman, ni ná de ná.

Ai... pero si te toca la lotería del euromillón y te llevas a casita 120 millones de euros... sí, la alegría dura lo que durará la borrachera de cava de la cesta de navidad que aun guardas por si acaso.

Primero lo celebras con tu pareja y empezáis a dar saltos y gritar dios mio, dios mio. Coges el teléfono para llamar a la familia, pero... mejor prefieres decirlo personalmente. También decides no decir nada a los amigos (por ahora) y seguir trabajando para disimular, pero la sonrisa de gilipollas que se te queda en la cara es total, además cuando tu jefe/a te pida que hagas una cosa que no te apetece para nada, seguro que quieres soltarle un: "yo podría comprar esta mierda de empresa y despedirte, so ¡¡soplagaitas!!"

Después celebras una comida en casa y se lo dices a la familia y les haces jurar sobre el álbum familiar o sobre el rosario de la bisabuela que no lo contarán a nadie y quedáis que el lunes consultaréis a un gestor para que os asesore y tengáis que pagar menos a hacienda.

El gestor os dice que es mejor hacer una sociedad para tener que pagar menos y repartir el premio según accionistas. Manda huevos, ahora tendrás que ser socio/a de tu suegra sabelotodo y del cuñado fiestero. y de las mellizas, una tipo Paris Hilton y la otra Teresa de Calcuta.

Una vez constituida la sociedad el suegro sabelotodo propone crear una empresa y así invertir el dinero. El cuñado fiestero propone montar una discoteca, la suegra quiere comprar un campo de golf en Murcia, la sucedánea de Paris Hilton quiere una boutique y la filantrópica utópica quiere donar todo el dinero a causas benéficas. Al final os ponéis de acuerdo y decidís que cada uno coja lo que le toque y se espabile. Un tema menos.

Se abre otro frente: lo que pasa es que os compráis una bonita casa con un jardín inmenso, una piscina interior y otra exterior, una habitación entera de ropero para que quepan las toneladas de ropa y zapatos que te vas a comprar pero no poner nunca ya que tu marido de ir a un restaurante pijo e ir al Liceo nanai. Siempre has soñado que si te toca la lotería te irías de viaje a NY, a London y te comprarías un montón de cosas que acabas comprando pero que quedan guardadas en ese magnífico ropero porqué en tu entorno social cantarías más que un torero con su traje de luces en un monasterio. De ir de fiestas super chic y pasearte en yate por Puerto Banús cada día es una tontería si no conoces a nadie. En fin, que al final la casa solo sirve para tener más gastos y despertar más envidias. Tus amigos ya no te invitan por ser estirados y os quedáis más solos que la una.

No olvidemos que con ese montón de dinero no puede faltar la instalación de un sistema antirobo de última generación e incluso empiezas a sospechar del chaval que te lo monta a ver si este aprovecha un día y os desvalija la casa en un fin de semana que estáis de comprar por Milán. Aquí empieza la paranoia, que sí os puede secuestrar una banda de colombianos de los malos, malísimos o una banda de ex militares albano-kosovares, etc.

Resumen: sí estáis podridos de dinero, sin amigos, con la familia medio peleada, con una casa que os está chupando el dinero y con un miedo atroz a los desconocidos. Y ya no hablamos de las multas de exceso velocidad que se acumulan al porche, del hijo que ya no tiene puntos de carné, del abuelo que se echado novia de 30 años menor que él, etc. Quién no es feliz siendo pobre es que no quiere. Ay señor. (suspiro)