18 de septiembre de 2008

Sigo por aquí - sesión de gym


la verdad es que tengo mi mente repleta de ideas para el blog, pero no tengo tiempooooo.
Me he apuntado al gimnasio y eso lo tengo que contar: ¡qué fauna!
Cuando uno es nuevo en el gimnasio hay 2 momentos cruciales:
1) entrar en el vestuario
2) entrar en la sala de máquinas-pesas o sala de clases

Cuando entras en el vestuario el primer día intentas controlar dónde está todo en milésimas de segundo para no actuar como un pardillo/a. Escoger una taquilla lo más escondida y apartada que haya pero que a la vez no te fuerce cruzar todo el vestuario para ir a las duchas. Cuando encuentras la taquilla ideal compruebas (una vez ya medio desnudo/a) que el cierre no funciona. ¡Por eso estaba libre! coges tus bártulos como puedes y te paseas medio en bolas hasta encontrar una taquilla que esté cerquita y metes todas tus cosas de golpe en la nueva taquilla, te cambias rapidillo y ya estás sudando solo de la vergüenza.
Ahora toca buscar la sala de pesas, de spining, la piscina o lo que vayas a practicar. En mi caso voy a la sala de pesas - bici ya que las clases de aerobic me cansan, no tengo nada de coordinación y al final acabo la clase totalmente desmotivada porqué a primera fila hay unas chicas sacadas de una agencia de modelos que se saben la coreografía al dedillo. En fin, me presento a la sala de máquinas y solo hay una mujer muy mayor, un montón de grupillos de cachas que se miran de reojo los bíceps y alguno que va por libre como yo.
Empiezo en la bici unos 30 minutos a ritmo paseo y al lado se pone un chico joven a la cinta de correr y solo de verle ya me canso yo. Después pruebo alguna máquina para mis pobrecitos brazos raquíticos a ver si cogen un poco de forma. Mi desánimo empieza que solo consigo levantar la pesa unas pocas veces... con el peso mínimo y siempre hay alguno que detrás tuyo escoge 75 kilacos y hace 7 series de 10.
Una vez asqueada y sudada te resignas y vas al vestuario otra vez y allí hay otra prueba de fuego: las duchas
Paso 1: ir a la taquilla a coger el jabón, el champú y decides desnudarte del todo y te asaltan las dudas: ¿las duchas son individuales?¿habrá sitio donde colgar la toalla?¿dónde guardo mi ropa interior limpita? arg!! mi pesadilla fue ver que las duchas de individuales nada de nada, que la toalla tenía que colgarla al otro lado de pasillo y que si me llevaba la ropa interior se me mojaría. Respiro profundamente y olvido que años atrás era socia del DIR y que los privilegios y pijadas se quedan en el pasado.
paso 2: Voy hacia las duchas de puntillas porqué me he dejado mis chanclas en la bolsa de ir a la playa. Allí uno de ducha ultra rápido, no quieres dejar tiempo a que las otras chicas te repasen si tienes celulitis o pelos en las piernas.
paso 3: coges la toallas y te secas rapidillo y sin dejar ver casi nada
paso 4: atención aquí se ve quien es profesional y quien es pardillo: hay gente que tiene arte en ponerse las braguitas y los sostenes sin hacer malabarismos, sin enseñar nada y encima parece lo más normal del mundo. y yo soy una pardilla, casi estuve a punto de sujetar la toalla con los dientes para que no se caiga. Una vez superado el "montaje" más precario y esencial pasamos al resto de ropa
paso 5: secarse los pies. Qué rabia me da vestirme con los pies mojados, pero es lo último que me seco ya que como voy descalza me da grima tocarme los pies y después secarme otra parte y aunque sea lo último que me seque como el suelo está mojado y vuelvo a tener los pies mojados así que enfundo mis "tejanos" con los pies mojados intentando no tocar mucho la ropa.
paso 6: peinarse y comprobar que el secador de pelo es de atrezzo del vestuario ya que no tiene ni la potencia de un bostezo.

En fin, a ver cuanto tiempo aguanto esta vez.

5 comentarios:

Unknown dijo...

jajajajajaja,no te me vengas abajo,Ingrid!Exacto,los privilegios pijos del Dir pasaron a mejor vida,y la realidad es la que tienes en tu nuevo gym.Bueno,seguro que no es tan malo como lo pintas,juassss!
no hay cosa que me de mas asco que tener que ducharme con publico.Nooooo!

Striper dijo...

Una cronica real i con reflejos de la ley de murpy, pero tambien sera real que te adaptaras.

Lola dijo...

Jajaja!!! más o menos es lo que me pasó a mí cuando empecé a ir al gimnasio, con la diferencia de que yo no tengo la referencia de ningún gimnsio anterior.
Y además yo tengo ventaja, porque me importa todo un pimiento. Yo voy allí a sudar un poquito y a pasar el rato con lo que más me apetezca. Y por si fuera poco, puedo desconectarme de todo, porque al ser miope, si me quito las gafas no veo un pimientoo!!! y en la ducha es como si estuviera en una sala llena de bultos, no veo ná de ná, jajaja!! qué sensación más rara.
Como en la piscina, que creo que si un día entrara en ella viéndola, no sé si la reconocería, jajaja!!
Ya ves, tómatelo con filosofía y con humor y pásatelo bien!
Un abrazo

Anónimo dijo...

Un post buenísimo, Ingrid!
:-DDDDD

Yo soy anti-gimnasio. Me parecen un rollo, y donde esté darse paseítos andando o en bici al aire libre, que se quite lo demás.
De todas formas, espero que no "tires la toalla" (jajaja!) y que nos sigas contando tus aventurillas en el gym.
Besos!

Josep Lluís dijo...

Jajajaj, genial. Me he visto reflejado en mis primeras veces que siempre las hay. Porque esto se repite si te da por ir a Caldea, o al Magma de Santa Coloma de Farners. Una verdadera experiencia religiosa...