2 de marzo de 2009

DE NINGÚN SITIO


Si me preguntan de dónde soy respondo de mala gana el nombre de mi pueblo, solo de pequeña pensaba que este era el mejor lugar del mundo y en la adolescencia decidí que este no era mi lugar. Tuve la oportunidad de "largarme" a Barcelona a estudiar y al acabar la universidad conseguí un trabajo de "mie..." pero era independiente, vivía solamente de mi sueldo y aunque mi vida en la ciudad no era ni la mitad de glamurosa de lo que me había imaginado estaba feliz.
Aish!! pero me enamoré hasta las trancas y eso es más fuerte que cualquier otra cosa, así que volví a mi lugar de origen. Creo que todo esto ya lo he contado en el blog, por lo tanto, saco dos conclusiones: una que me repito más que el ajo y la otra es que mi mente siempre me la juega y vuelve a la nostalgia de ese tiempo pasado con un matiz de color pastel que adorna mis recuerdos.
Bueeeno, voy al grano, la verdad es que cuando era una chiquilla con muchos sueños siempre pensaba que realmente mi pueblo donde nací no era mi sitio (esto me pasa por ver demasiadas pelis americanas, seguro) y cuando vivía en Barcelona tampoco me sentía realmente "en casa"al principio pero eso duró poco y durante unos años viví lo mejor de lo mejor, vivía sola (léase sin padres controlando) entre semana y salía sin dar explicaciones a nadie y los fines de semana volvía a casa de mis padres con una maleta llena de ropa sucia y con muchísimas ganas de salir. (aquí es cuando mi madre repetía sin cesar: "esto no es una pensión" y mi padre sonreía por lo bajini)Durante los 7 años que estuve en esa ciudad que me hechizó, siempre la observé con ojos de turista, siempre estaba descubriendo lugares y rincones y los miraba como si fuera a escribir una guia de la ciudad.
Cuando volví a este rincón del mundo (donde Jesucristo nunca perdió la alpargata porqué esto está demasiado lejos) al principio lo miraba todo igual, han pasado 7 años y ya ansío volver a huir, pero ai, el amor, es la más fuerte cadena que existe, así que sigo sin sentirme realmente a gusto aquí y lo sobrellevo como puedo, intercalado con viajes lo más lejos posible y con algún fin de semana en Barcelona a volver a conectar con el bullicio de la ciudad.
Y vuelvo a repetirme: cuando viajo siempre me imagino viviendo allí donde estoy. Creo que soy una persona que no me conformo en estar en un sitio y aunque esto me conlleve algún que otro episodio de angustia y rabia (sin llegar al límite de internarme en un sanatorio) me gusta ser así, de verdad, así creo que no me rindo, y puede que alguna vez saldré de esa tierra que yo considero agujero (aunque hay miles de personas que desean venirse a vivir aquí).
El problema es que me estoy volviendo "pueblerina", me cuesta más coger el coche, la muchedumbre que antes me encantaba ahora me empieza a asustar, desconfío de todo el mundo... .
Menos mal que Internet me saca de mi malestar. Suerte tengo de tener amigos de los de toda la vida que me ayudan a vivir el día a día.
Lo peor es que estoy convencida que si me hubiera quedado en Barcelona acabaría pensando que el pueblo era lo mejor del mundo. Seguro.

3 comentarios:

Jac dijo...

cuando te descubres saludando de lejos a tus conocidos con un yeeeha, sabes que el pueblo te ha atrapado y estas perdido para siempre.
te pareces un poco a mi...

besooos

ivisca dijo...

Me siento identificada en este Post. Puede que yo ya esté completamnete atrapada aquí...saludo no con un yeeeha, peor aún con un ep!

Kalikrates dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.