18 de diciembre de 2013

SUPERWOMAN

Superwoman. Maldita palabra, maldita connotación.
Crecí entre revistas tipo cosmopolitas dónde se avalaba a las mujeres super woman: mujeres que trabajaban fuera de su casa, eran madres y además amas de casa. 
Después se puso de moda decir que no era bueno ser una superwoman, que no se podía con todo. Pero ahora veo que a las mujeres se nos exige igual o peor!
Una mujer debe ser una buena madre, tener un trabajo que te permita a parte de pagar hipoteca, luz, comida y ropa para tus peques, coche familiar nuevo, poder pagar sesiones de yoga, sesiones de personal shopping, comprar sin mirar el precio de las etiquetas, pagar de tratamintos para tener 40 y aparentar 30, pasarte por la peluquería y pagarte tratamientos de keratina y teñirte, tener tiempo para quedar con tus amigas todas estupendas ellas y no permitirse salir a la calle sin un pelo en su sitio. Tener sexo del bueno con tu pareja casi a diario, es impensable que no sea así. Permitirte cenar fuera una vez a la semana. Ir al cine con tus peques, hacer manualidades con ellos todas las tardes, después de volver del gym, of course.
La ropa se lava sola y la casa ni te cuento, te compras un irobot de esos y hasta te plancha la ropa.
Con la termomix el tema comida se arregla solo
No existen las maratones para llegar a tiempo para llevar al peque y recogerlo a su hora.
No existen las ojeras que te llegan a la barbilla.
Tampoco hay stress al ver que de repente los zapatos y la ropa de tus picoli bambini se ha quedado pequeña.
Una excursión a la nieve no representa tampoco una carrera al Decathlon a surtirte de anoraks, gorros, botas, guantes, camitetas térmicas. No, es que en tu casa adosada con jardín, los armarios venían surtidos de todo tipo de ropa, para todas las ocasiones.
Mi realidad es otra: 
Por las mañanas libro una batalla para vestir al peque y para se digne a desayunar algo, llegamos justito al cole y yo llego tarde al trabajo. A veces voy maquillada y a veces parezco un troll.
Ir a la peluquería es un extra e ir de compras SOLA es todo un lujo! aunque sea al super. Ya no se que es ducharme con la radio a todo ganchete y sin un mono pegado a mi. Ni os cuento ir al baño.
Tampoco puedo desayunar tranquilita y leyendo la prensa por el portátil. Tengo un mono pequeño que me lo ha secuestrado.
Antes me gasto el dinero en ropa para el mono que por mi misma, ya no digamos en mi pareja.

Pero no todo es malo, ni mucho menos.
Me río un montón con el mono. Voy aprendiendo a bajar un poco el ritmo y volver a mirar con ojos de niño: ver hormigas, pájaros, la luna, mariposas!
Tengo un fan que no le importa que esté fea para abrazarme como un gorila. 
Vuelvo a tener espíritu navideño
Me hace feliz verlo feliz, es así de simple. Así de claro.


1 comentario:

Teresa dijo...

Doncs tot això que expliques és el teu tresor.