No, no, hablo de algún momento que te hayas sentido sexy sin ton ni son. De momentos que solo tu lo percibes, no hace falta que nada lo provoque.
Os voy a contar mi momento, aunque soy consciente de que puedo provocar alguna risotada, pero como no os voy a ver el careto, me da igual ;P
Situación: Noviembre 2008 en Singapur. Para variar nos fuimos a la zona comercial de Orchard Road y cuando salimos del enésimo centro comercial empezó a llover, pero de forma torrencial y decidimos tomar un café en una terraza a esperar que parase, como el tormentón no paró al final decidimos coger un taxi y a medio camino me compré un paraguas (ya todo un clásico en mis viajes al pinto pino). Al principio escogí uno grandote pero después pensé que no me cabría en la maleta y al final compré uno pequeñito, casi tamaño infantil rosa fucsia. Salimos de la tienda y al cabo de unos segundos me di cuenta que el paraguas no me servía de nada y después de esperar media hora un taxi sin resultado, decidimos volver a casa andando. Hacía calor y llovía a más no poder pero la lluvia era agradable y como siempre había soñado podía caminar bajo la lluvia sin tener frío. Cuando al cabo de un buen rato ya no me importaba tener los pies arrugados de tanta agua, y escondida bajo el paraguas estaba disfrutando de la situación ya que estábamos de vacaciones y no teníamos ninguna prisa así aun no se porqué decidimos volver a casa andando, estábamos mojadas como patos y de repente me acordé de las pelis donde los protagonistas se dan un buen revolcón en medio de la lluvia.

¿ Y vuestro momento?