DESCONEXIÓN Y RECONEXIÓN

Desconexión y reconexión es lo que experimentado este fin de semana. Un fin de semana fantàstico!
Fin de semana con amigas, amigas de siempre, de esas que aunque no tengas un contacto frecuente, cuando te reúnes con ellas el tiempo se ha detenido y vuelve esa conexión, esa empatia conseguida a base de días, de sueños, de alegrías, de risas tontas y de penas tontas típicas de la adolescencia y post adolescencia.
A los treinta y pico más para lo cuarenta que de los treinta, con niños absorbentes que ocupan la mayor parte de nuestro día a día, que te chupan la energía pero a la vez son tu fuente de ilusión. En fin, que me fui a mi querida Barcelona junto con mis amigas del alma y nos reímos como nunca.
Lo disfrutamos sin prisas, sin mirar el reloj, pudimos estar casi una hora de cola para comer y sin ponernos nerviosas, estábamos repasando nuestro presente, nuestras inquietudes y nos confesamos nuestros miedos y descubrimos que son comunes.
Conversaciones transcendentes y también simplonas, por ejemplo, que tipo de sostenes son los mejores para realzar un escote. Imaginad el resto.
Fue como una terapia de grupo sin pretenderlo.
El plan fue senzillo:
AVE de Figueres - Barcelona
Hotel 4 estrellas: Tryp Hotel Comdal Mar
Obra de teatro: Smiley (Teatro Condal) muuuuuuuy recomendable, risas aseguradas.
Cena: Ático de La Rambla (nada recomendable, tardaron mucho, platos escasos y precios altísimos)
Gintonics: Ocaña en Plaça Reial (lleno de pseudo hipters y algún guiri borrachín)
Desayuno buffet libre lleno de calorías innecesarias pero muy apetecibles
AVE Barcelona - Figueres
Vuelta a la vida real, a la rutina.
Pienso disfrutar esta rutina hasta dentro de un año, donde nos hemos prometido repetir.
Una promesa es una promesa.